Uuhh, loco . . .

martes, febrero 21

La Pachamama - De vez en cuando escuchás aquella voz-


Fué muy emocionante. No sé ni cuantos eramos, sé que convertidos en una multitud en el paroxismo de la alabanza, rodeamos ese escenario como a un altar sagradisimo, dándole la bienvenida a nuestra querida Negra Sosa que, como una madraza, nos mima (desde siempre) con sus canciones llenisimas de amor y esperanza. Teníamos al cielo, las estrellas, árboles, lagos, brisa, pequeñs nubes como gasas y una luna gigante y amarilla. Unos parados bailando, otros tirados en el suelo tarareando y tomando mate, otros trepados a los árboles como si fueran palcos de privilegio. Todas las edades, todos los colores, todos los generos únidos como en una celebración mística y alegre. ¡Ah! Si desde niños nos hubiesen enseñado a reunirnos así otra sería nuestra historia. En vez de misas (fuí educada dentro de un severo catolicismo) nos hubieran llevado al aire libre, a cantar canciones ligadas a nuestra historia de padecimientos, luchas y esperanzas sostenidas sólo por nuestro corazón. Es como con el reloj y los almanaques. Si desde niños nos hubiesen dado un telescopio y enseñado a mirar el cielo estaríamos mas conectados a la univesalidad de la que somos parte en vez de limitarnos a una maquinita a cuerda. Seríamos mas sabios, mas grandes.
Empezó con
"Como la Cigarra". Y ya eramos todos hermanos que sabíamos que a la hora a la hora del naufragio y la de la oscuridad alguien te rescatará para ir cantando.
Además hubo invitados de lujo: Con
Liliana Herrero cantaron como en un parto feliz, "Palabras para Julia" y con Horacio Molina , ya abrazados en el fuego melancolico del tango, "Cuando tú no estás". Mientras un argentino sin nombre te pasaba un mate, otro un porro y otro les pedía con mucho respeto (¡shhhh!, porfi) a los vendedores ambulantes que dejaran su pregón para los intervalos.
Como la negrita es la madre de todo aquel que quiera ser su hijo y como todos queremos ser acariciados por su arrullo,
Dieguito Torres acompañó, emocionado el "Himno de mi corazón" (¡te extrañamos Miguel!). Ya para ese momento estabamos todos coreando, abrazados, emocionados, agradeciendo al cielo habernos prestado para la tierra algunas de sus estrellas. Para terminar de conmovernos, hizo su entrada, humilde y respetuosa, el genio de la música: Charly. Divino. Estaba peinadito, elegante y prolijo. Casi que no lo reconcemos, pero vieron que algunos niños se quieren lucir delante de sus madres. Y así estaba Charly, dispuesto a entregarle todo su amor y respeto a la Negra. Estallamos de júbilo y cantamos dejando también nosotros todo nuestro amor a ellos, los músicos que nos cuidan y sacuden el alma. Los grillos, el agua, las nubes y esa luna amarilla clamaban entre lágrimas y galopes del corazón “Cuando ya me empiece a quedar solo”, “De mí” e “Inconsciente colectivo”.
Hermanados en ese enorme fogón recuperé alegrías pasadas y me llené de sueños y esperanzas felices. No podría vivir en un mundo sin música.

lunes, febrero 13

El Harem





Las chicas de Faruk somos tres. La principal es Sarita (si la ven, diganle que yo dije que era la principal, sino voy a tener un problema). Sarita es preciosa y lleva la realeza en cada uno de sus pelos. No hay Máxima de Holanda ni Carolina de Monáco que pueda posar al lado de ella sin sentirse un poquito menos. Parece creída (y parece bien) pero tiene sus momentos. De pronto dejá de hacer todo lo que está haciendo (porque tiene un montón de actividades secretas o públicas pero incomprensibles) pega un grito y exige ser mimada. Anida en mi pecho y ronronea obsesivamente mientras me llena de besos y devuelve mis mimos frenéticamente. Mientras la Juli nos mira con los ojos entrecerrados porque sufre de celos. La Juli es nuevita en casa, hace sólo 6 meses que vive con nosotros. Lo de la Juli es la dulzura. En eso la tiene clarisima. Y la tercera soy yo. La que paga la olla y con que gusto.

viernes, febrero 10

Últimas noticias: Estaría gravisimo el héroe musculoso


Mirá, te voy a ser sincera. Muy héroe musculoso, mucho taparrabo de leopardo, pero ya. Medio que me sacó de quicio con sus aceites, sus brushings y sus catarros por andar a torso desnudo. Para colmo meta machacar con que si no fuera por él los marcianos esto, los científicos locos aquello y todos los que quieren dominar al mundo, lo de mas allá. Y no va que el otro día al grito de “muerte a los salvajes unitarios” le hace puré de un puñetazo el axalote a mi sobrino el Johnatan que a falta de personalidad tenía a ese bicho para ver si se levantaba alguna minita. ¡¡¡¡Lloraba el Johnatan!!! “Si me lo cortaba, se lo tolero –me confeso mientras se sonaba la nariz y ponía al animalito como señalador en “El señor de los anillos y los elfos amanerados”- porque al Capitán James T. Kirk (así se llamaba el bicho) porque le crecen las partes que le cortás, dice el folleto con el que vino”. Pobre el Johnatan.
Así que después de eso tuvimos un “dialogo”. El “héroe” musculoso está “vivo”, no te voy a decir q “no”, pero anda “necesitando” alguna “asistencia”, además de “50” dadores de sangre del grupo 0 negativo.
Así que por el momento soy una esclava bella desempleada. Lo mas probable es que cambie de oficio, yo no te plancho una capa mas.

Romeo, Julieta y el resto del mundo


FESTIVAL DE STENDAL 1965
Romeo frente al cadaver de Julieta, de Georges Cahoon
Falsificaciones (1966)
Marco Denevi

Cripta del mausoleo de los Capuletos, en Verona. Al levantarse el telón, la cripta, en penumbras, deja ver un túmulo, y, sobre éste, el cadáver de Julieta.
Entra ROMEO con una antorcha encendida. Se acerca al túmulo. Contempla en silencio los despojos de su amada. Luego se vuelve hacia los espectadores.
ROMEO.-¡Era, pues, verdad! ¡Julieta se ha suicidado! Veloces mensajeros, oculto el rostro chismoso tras la máscara de un falso dolor, corrieron a Mantua a darme la noticia. Pero, junto con la noticia, hacían tintinear en el aire la intimación de que volviese, la amenaza de que, en caso contrario, me traerían por la fuerza. Todos se despedían de mí con el mismo adiós: "Romeo, ahora sabrás cúal es tu deber". He comprendido. He vuelto. Aquí estoy. No he encontrado a nadie en el camino. Nadie me estorbó el paso para que llegase a este lúgubre sitio y me enfrentase a solas con el cadáver de Julieta. Excesivas casualidades, demasiada benevolencia del destino, sospechoso azar. Alcahuetería de la noche, ¿Cúal es tu precio? Los que te han sobornado ahora me espían, huéspedes de tu sombra. Aguardan que les entregues lo que les prometiste. ¿Y qué les prometiste, noche rufiana? ¡Mi suicidio! Así podrán dar por concluida esta historia que tanto los irrita y que, en el fondo, los compromete de una manera fastidiosa. Julieta ya ha escrito la mitad del epílogo. Ahora yo debo añadirle la otra mitad para que el telón descienda entre lágrimas y aplausos, y ellos puedan levantarse de sus asientos, saludarse unos a otros, reconciliarse los que estaban enemistados, tú, Montesco, con vos, Capuleto, y luego volverse a sus casas a comer, a dormir, a fornicar y a seguir viviendo. Y si no lo hago por las buenas, me obligarán a hacerlo por las malas. Me llamarán Romeo de pacotilla, amante castrado, vil cobarde. Me cerrarán todas las puertas. Seré tratado como el peor de los delincuentes. Terminarán por acusarme de ser el asesino de Julieta y alguien se creerá con derecho a vengar ese crimen. O escribo yo la conclusión o la escribirán ellos, pero siempre con la misma tinta: mi sangre. De lo contrario la muerte de Julieta los haría sentirse culpables. Suicidándonos, Julieta y yo intercambiamos responsabilidades y ellos quedan libres. (A Julieta.) ¿Te das cuenta, atolondrada? ¿Te das cuenta de lo que has hecho? ¿Tenías necesidad de obligarme a tanto? ¿Era necesario recurrir a estas exageraciones? Nos amábamos, está bien, nos amábamos. Pero de ahí no había que pasar. Amarse tiene sentido mientras se vive. Después, ¿qué importa? Ahora me enredaste en este juego siniestro y yo, lo quiera o no, debo seguir jugándolo. Me has colocado entre la espada y la pared. Sin mi previo consentimiento, aclaro. Nací amante, no héroe. Soy un hombre normal, no un maniático suicida. Pero tú, con tu famosa muerte, te encaramaste de golpe a una altura sobrehumana hasta la que ahora debo empinarme para no ser menos que tú, para ser digno de tu amor, para no dejar de ser Romeo. ¡Funesta paradoja! Para no dejar de ser Romeo debo dejar de ser Romeo. (Al público.) Esto me pasa por enamorarme de adolescentes. Lo toman todo a la tremenda. Su amor es una constante extorsión. O el tálamo o la tumba. Nada de paños tibios, de concesiones, de moratorias, de acuerdos mutuos. Y así favorecen los egoístas designios de los mayores, que aprovechan esa rigidez para quebrarles la voluntad como leña seca. (Otro tono.) Ah, pero yo me niego. Me niego a repetir su error. Todo esto es una emboscada tendida con el único propósito de capturarme. Señores, miladis, rehúso poner mi pie en el cepo. Amo a Julieta. La amaré mientra viva. La lloraré hasta que se me acaben las lágrimas. Pero no esperéis más de mí. No me exijáis más. La vida justifica nuestros amores, en tanto que ningún amor es suficiente justificación para la muerte. Buenas noches.
(Arroja la antorcha en un rincón, donde se apaga; se emboza la capa y sale.
La escena queda sola unos instantes. Luego entran dos PAJES conduciendo el cadáver de ROMEO con una daga clavada en el pecho. Lo depositan a los pies del túmulo. Uno de los PAJES coloca una mano de ROMEO en la empuñadura de la daga. Se retiran.
Entra FRAY LORENZO. Cae de hinojos. Alza los brazos.)
FRAY LORENZO.- ¡Oh amantes perfectos!
Telón

jueves, febrero 9

El Rey Faruk



Él es el macho que vive conmigo y con dos hembras mas. Magnifico y suntuoso: Faruk. La gloria es mimarlo. Tiene una panza blanca e infinita, dulce, suave, calida y con aroma a almizcle y de vez en cuando me la ofrece para que la adore. Le gusta ver agua en movimiento, parece estudiarle, no me extrañaría que exclame "eureka" uno de estos días. Es un buen padre. Y el mejor compañero.

martes, febrero 7

A los tibios los vomitaré


Siempre duele.
Recuerda alma mia:
Llenate de grandeza
Hinchate de bondad
Hundite en la generosidad
Arrastrate en la nobleza
Ama con valentía
porque no hay otra manera.
Siempre duele.
Y no te importa.
Sos una loba loca
que se amputa con sus fauces
la pata que cayó en la trampa.
Alma loba: duele, duele hondo.
Tus ojos, loba: Mas brillantes que la luna
Alma: Pariste esa luna llena
en cada canto aullido.

viernes, febrero 3

Les presento a una amiga: Victoria

Victoria es amiga mia desde los 5 años. De esa clase de amiga que es como tu hermana. Fuímos juntas al colegio y doy fe que era abanderada sin ser una traga (en esa época no se era nerd). Después se recibió de bióloga con un promedio imposible. Trabajo investigando para la UBA varios años. Su sueldo era menor al mio (que trabajaba de secretaria) y el presupuesto que tenía para investigación era menor al que yo tenía para artículos de librería. No paró de frustrarse al ver que hasta su propio perfeccionamiento estaba obstaculizado seriamente por el sistema, mientras la tentaban de todas partes del mundo ofreciéndole multiplicado todo lo que en Argentina le era negado. No sin tristeza decidió aceptar una oportunidad que hubiese sido ideal sino era en España. Y se me fue a principios del 2002. Allá estuvo nostálgica y a veces triste aunque su vida profesional era completamente exitosa y brillante: hasta fue convocada por la UNESCO para el Congreso Anual de Biología como representante del país. Cada una de sus investigaciones fueron premiadas y publicadas. Ahora vuelve. Y acá ganamos todos porque vuelve con un puesto mas acorde a sus facultades: será investigadora del CONICET. Yo les quería mostrar este texto en donde explica porque no se puede quedar mas tiempo fuera Argentina. Se los quería mostrar porque ella va a trabajar para todos nosotros y para envanecerme del enorme corazón de MI AMIGA. Leanlo: los reconciliará con el mundo.

Volver con la frente bien alta
Por Victoria

Día de reyes. Y eso, en España representa un feriado y una fiesta para toda la familia. En la víspera, los reyes magos se pasean por las calles principales de las grandes ciudades y de cada pueblo, repartiendo caramelos para la alegría de grandes y pequeños. Si hasta los telediarios hablan en clave para que, si hay un niño mirando, no pierda la ilusión de creer que los reyes magos existen y traen regalos que ponen en los zapatitos de cada miembro de la familia.

Un día de fiesta. Un día tradicional. Hasta mucho más tradicional que la navidad, una fiesta en la que la gente no se da regalos o, al menos, no todo el mundo. Sin embargo, cada vez más, una nueva costumbre de dar regalos en navidad poco a poco se va imponiendo en España. Llega de la mano de Santa Clauses que trepan por los balcones o se introducen por las chimeneas desde los confines del imperio yanki.

Dicen que no hay nada nuevo bajo el sol. Y así como hoy vemos las ruinas de los romanos hasta en los lugares más insólitos, si no fuera porque el plástico no fosiliza, en mil años, nuestros descendientes –si es que todavía viven- verían la basura importada de una cultura decadente e invasiva.

Ojalá cada año los niños españoles puedan seguir disfrutando de una caravana tan tradicional como la de reyes…Y ojalá que no se enojen con los reyes al descubrir que no les trajeron el MP3, la playstation o el modelo de móvil que pedían, como si cualquier otra cosa fuera despreciable. ¡Qué triste que un regalo se haya convertido en exigencia…!

Estas son algunas de las pequeñas cosas que me hacen volver. No quiero que lo verdaderamente importante pierda su valor, frente a monolitos de plástico que tienen la vida media justa para estimular el “tire y renueve”, o el “tire y modernícese”. Tal vez, estoy idealizando mucho lo que todavía se preserva en países como el mío, donde todavía –creo- no hemos llegado a esta masificación de la exigencia. Son muchos los que viven con ansia de una vida mejor, creyendo que “lo mejor” pasa por el acceso al consumo de todas estas cosas. Confío en que todavía quedan otros valores, para mi, mucho más importantes. Confío en que la convivencia con la pobreza, hace que -al menos- por vergüenza, intentemos no consumir tanta basura.

Aquí, en España, es fácil vivir al margen de la pobreza, porque la miseria y la guerra están muy lejos de la civilización. Porque sólo la miramos por TV. Y la televisión, es siempre un colchón que amortigua la realidad y nos invita a suavizarla con un poco de ficción. ¡Claro! Los medios de comunicación, siempre son sensacionalistas y exagerados, nos decimos. Y nos quedamos “tan anchos”. Y nos sentimos orgullosos de apadrinar a un niño en Sudamérica, África o Asia, expiando así –por tan solo unos 10 euros al mes- un consumo que asciende a 1000 euros mensuales de cañas, tapas, CDs, libros, escapadas de fin de semana, ropa de moda y tecnología de punta. ¿Cuántos niños deberíamos apadrinar para que el balance fuera justo?

Pero, nuestra cultura da para todo. Siempre hay una justificación para todo. ¡Es que son países corruptos! ¡Es que se dejan robar! ¡Es que no quieren trabajar! Creyendo que “porque somos nosotros” nos merecemos haber tenido un país más justo, una educación en el esfuerzo y unas oportunidades de progreso. ¿Y si hubiésemos nacido en otro lado del mundo… cuáles serían nuestros valores? ¿Cómo mira el mundo una persona que viene de una familia hundida en la pobreza desde hace generaciones? Ah! Claro, siempre hay un Etoo, un Carliños Braun o un Maradona, que alcanzan el éxito y que aseguran que el postulado se siga cumpliendo: “Si quieren, pueden”. Y de manera implícita están diciendo: “Como no quieren, no pueden”. Y nos quedamos tan tranquilos porque “el bien siempre triunfa” y porque “cada uno tiene lo que se merece”, como si a la hora de recibir herramientas, todos hubiéramos recibido el mismo kit.

Por eso, y por algunas cosas más, quiero volver a mi país. Porque si bien todo esto que denuncio allí también existe, la simple convivencia más o menos cercana con otros mundos, hace que nuestra vida sea más real y que podamos elegir no vivir en una burbuja. Porque es eso: no quiero vivir más en una burbuja y mirar la realidad por TV al calor de toneladas de anestesia.

“Él mismo tiene medio cuerpo metido en el molde y lo sabe (…). Pero, ese saber es activo y no la resignación del que marca el paso. Con su mano libre se abofetea la cara la mayor parte del día, y en los momentos libres abofetea la de los demás, que se lo retribuyen por triplicado” Julio Cortázar, Rayuela.

jueves, febrero 2

Ríen como locas II

(ver -si quieren- Ríen como locas)
Laotra- Pero es que no pasa porque como lo tratés, me parece. Si él se ponía en el lugar -¡como él mismo se adjetivaba!- del “ feo, bruto y pobre”, a vos no te queda otro lugar que ser la “linda, inteligente y reina”. Quizás fantaseaba con que lo dominaras y le pegaras. ¡El muy víctima!
Una- Pero de vos no me decía eso. Te pintaba como una chica sumisa, simple (estalla en carcajadas), buenita . . . Me contaba una escenas mortales, en las que vos lo mirabas con tus ojos lagrimeantes de niñita sumisa y obediente y le suplicabas: “¡Jurame que no la seguís viendo, por favor!”
Laotra- Es que esos primeros meses en que apenas lo veía algunos días y sólo por un rato, construí en mi loca cabecita una imagen de él muy distinta a la realidad. Pensé que era un hombre reservado, un poco recio, pero fuerte y con las cosas claras.
Una- (Ríe) ¡Que chasco! ¿No?
Laotra- ¡Nos veíamos muy poco y apenas me hablaba! ¡Y cómo casi no hablaba no me daba cuenta lo tonto y lo malo que era! Calculando que me llevaba el mejor trofeo desplegué a full mi costado mosquita muerta que es el que mas se consume en el mercado varonil y acá estoy, en la cola de reclamos.
Una- ¡Y dale con la cola! (Piensa y pita) Pero vos hasta noviembre casi no lo veías ¿no? ¿O, en que momento lo veías?
Laotra- ¡Casi ni lo veía te dije! Pasaba una horita o dos por casa dos veces por semana mas o menos. Después salía disparado sin darme ninguna explicación, pensé que era un recio, que me acababa de coger a
Clint Eastwood.
Una- ¡A Clint Eastwood! ¿Cuándo te diste cuenta que era como
Macaulay Culkin pero no tan maduro y trabajador?
Laotra- (Rie) En noviembre del 2003 cambió completamente. Empezó a jurar amor eterno y a instalarse en mi casa.
Una- ¿Y que pensabas? ¿Qué te lo iba a mantener por siempre? (le pasa el bareto a Laotra) Cuando cumplimos un año, entró en pánico. Ninguna novia le había durado mas de 6 meses por razones obvias. Entonces empezó a maltratarme a punta de silencios y ausencias inexplicables. Bueh, inexplicables . . . Él no quería explicarlas y como sospeché tu existencia lo acuse; él negó todo pero preferí dejar de verlo. Tengo baja tolerancia al maltrato, así que para noviembre la puerta de mi casa estaba cerrada para él.
Laotra- Hasta enero del 2004, guachita. ¿No? Porque sino falta una chica en esta reunión.
Una- (Ríe) No creo que falte nadie. Lo que pasó es que él no dejó de llamarme ni un solo día.
Laotra- Eso es cierto
Una- ¿Perdón? ¿Y vos cómo sabes?
Laotra- Muchas de esas veces te llamó de mi casa. Aprovechaba que yo estaba en la ducha y me fundía el teléfono. Yo nunca dije nada. Es mi manera de control. Después me fijo en el resumen detallado de la factura telefónica . . . Así me enteré que te mudaste de Barrio Norte a San Telmo por ejemplo. . .tengo todos tus números. Y los de su madre también. Cuando estoy con mucha bronca, jodo a la madre por teléfono. Llamo a las 4 de la mañana y le jadeo, o llamó y corto hasta cansarme y otras muestras de simpatía por el estilo.
Una- (Ríe) Se ve que te habló poco de la vieja. Esa mina se queda despierta toda la noche viendo videos y chupando. Él cree que se recuperó del alcoholismo pero yo tengo mis serias dudas.
Laotra- ¡¿Alcohólica?! Pensé que la lengua pesada era producto del sueño.
Una- Si, de “El Sueño” tinto, cosecha 2005, bodega Pirulo. Si querés joderla realmente llamala a las 12 del mediodía y ahí le vas a conocer la voz de recién despertada. Eso si podés despertarla, porque esa mujer es capaz de secar Mendoza.
Laotra- (Ríe) Mirá de lo que me vengo a enterar: ¡a Santa Mamu le gusta el licor mas que el chocolate! (le pasa el bareto a Una y agarra el mate que Una le ofrece) No me contaste que pasó en ese enero del 2004 que volviste a verlo, querida.
Una- Eso pasó. Que siguió llamando y llamando. Me ganó. Es muy insistente. Además que yo todavía estaba muy sensible . . . Yo lo quise mucho, no me era tan fácil dejarlo. Y sin darme cuenta terminé viéndolo 3 veces por semana, siempre los mismos días, viste el temita que tiene con mantener intactas sus rutinas.
Laotra- Yo soporté hasta abril de ese año haciéndome la que vos no existías. Pero un día me agarró sin la pastillita y le corté. Ya en mayo me estaba operando. No había pomada que me calmara.
(continuará...-esto es una amenaza-)

Me gusta Liniers, me gusta.